Por aquellos días, y en otro orden de cosas, quisimos reforzar nuestras defensas espirituales, y envié una circular a las provincias liberadas proclamando a Santa Teresa, Patrona de la Sección Femenina.
¿Por qué escogí a Santa Teresa? Metidas en los avatares de la guerra, nuestra incipiente organización, nacida el año 34 como parte femenina de la Falange, no había casi tenido tiempo, a causa de las persecuciones y de las in comprensiones, de la falta de dinero y de tantas cosas más. de expansionarse en proporción a lo que de nosotras entonces reclamaba España. Pero ahora, ya inmensamente grande y con muchísimas responsabilidades. pensé que debíamos buscar apoyos sobrenaturales que vinieran en ayuda de nuestra limpia intención de servir, y, sin dudarlo, la elección recayó en Santa Teresa.
Nadie como ella, humana y divina, mujer andariega, como nosotras entonces, con una vida interior rayando en lo sublime, con un magisterio espiritual que hoy la ha llevado al Doctorado de la Iglesia, con una naturalidad y una autenticidad, al mismo tiempo, que la hacían andar con los pies sobre la tierra, nadie como ella podía ser nuestra Patrona, y así fue elegida, desde Salamanca, en un día de 1937. Y ni que decir tiene cuánto le debemos en la Sección Femenina de apoyo y comprensión, y cuánto nos ha enseñado a través de sus escritos para mejorar nuestra deficiente condición.
Y así, la Sección Femenina, que la escogió por Patrona en un primitivo entusiasmo entre místico y español, ha podido comprobar, en el transcurso del tiempo, viviendo, amando, leyendo a Santa Teresa, la magnitud de su grandeza y hasta dónde fue afortunada la elección por la transformación que en nuestras obras y en cada una de nosotras se ha ido operando al contacto con su figura. Sólo una duda me cabe: si Santa Teresa no hubiera sido española, ¿la hubiéramos elegido igual?
Me temo que no, porque en aquel fervor patriótico no concebíamos más que a los héroes españoles. Pero es que da la casualidad de que a Santa Teresa, como a nuestra Patria, le vienen estrechos los límites geográficos, la configuración del cuerpo humano, y tienen que desbordarse en la mística y en el Universo. Por eso, ella, fiel reflejo de la España de su época, lo era también de la España de siempre, de su Ávila natal, de la España que nosotras queríamos. Quizá por eso ella ha estado siempre a nuestro lado. desde que empezamos nuestra tarea. Y si es verdad que en la Sección Femenina hay autenticidad, generosidad, ausencia de melancolía, rectitud de intención, a Santa Teresa se lo debemos. Teniéndola por Patrona no caben melindres ni falsedades, sino verdad, alegría, decisión, necesidad de llegarse a Dios.
Pilar Primo de Rivera |