Empecemos por recordar que el 8 de noviembre de 1760 el Papa Clemente XIII proclamó a la Inmaculada Patrona de España, o, mejor dicho, de las Españas, lo que incluye a los Virreinatos de América y Filipinas.
En 1617 las Cortes de Castilla, a petición de Felipe III, proclamaron a la entonces Beata Teresa de Jesús Patrona de España. Designación confirmada oficialmente por el Papa Urbano VIII. Poco después se la nombró `Co-Patrona´, junto con Santiago, quien lo era desde el S. IX en la mayoría de los Reinos de España, siendo confirmado como tal en 1630.
La definición del Dogma de la Inmaculada Concepción está contenida en la bula Ineffabilis Deus, de 8 de diciembre de 1854, promulgada por el PP Pío IX. El propio papa dijo: «Fue España la Nación que, por sus reyes y por sus teólogos, trabajó más que nadie para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Concepción Inmaculada de María».
Una prueba de ello es lo siguiente: En el XI Concilio de Toledo (675) el rey visigodo Wamba era ya titulado «Defensor de la Purísima Concepción de María», como también lo fueron Fernando III el Santo, Jaime I el Conquistador, el emperador Carlos I y Felipe II.
El voto de defender el misterio de la Inmaculada Concepción se hizo por primera vez en España en Villalpando (Zamora), el 1 de noviembre de 1466.
La Infantería Española proclamó Patrona suya a la Inmaculada Concepción fué «El Milagro de Empel», acaecido en la isla de Bommel (Flandes -entre los brazos de los ríos Mosa y Vakal-) el día 7 de diciembre de 1585. Al día siguiente la imagen fue trasladada a Balduc.
Todas las Ordenes Militares de nuestra Patria no sólo creían en la Concepción sin mancha de la Virgen María, sino que fueron defensoras decididas de este privilegio singular.
La fiesta de la Inmaculada fue «de guardar» en todo el Imperio español desde 1644.
El reconocimiento oficial del patronazgo de María, en su advocación como gloriosa Madre, en Concepción sin Mancha, de nuestro Señor, sobre la gloriosa Infantería Española tuvo lugar el año 1892. También lo és, o lo fue, de los `Cuerpos´ de Estado Mayor, Eclesiástico, Jurídico, Farmacia, Veterinaria, Oficinas Militares y Servicio Geográfico.
"Nadie pase por este portal / sin que diga, por su vida, / que María es concebida / sin pecado original" (Juramento inmaculista. Cartel en la Universidad de Alcalá de Henares, en el Santuario de Ntra. Sra. de las Virtudes de Villena-Yecla y en otros muchos lugares) |
«España evangelizadora de la mitad del orbe … Esa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vectones o de los reyes de Taifa. A este término vamos caminando, y ciego será quien no lo vea».
Pues bien, se da la circunstancia de que el martes 8 de diciembre de 2014, festividad de la Inmaculada Concepción, Patrona de España, repetimos, la Royal Navy realizará una demostración de fuerza militar en las aguas españolas (todas lo son) en Torno a Gibraltar. Los buques de desembarco HMS Bulwark y Lyme Bay efectuarán el ejercicio «Serpiente Marina» frente a la playa de Levante, desembarcando una compañía reforzada de infantes de marina y vehículos pesados, aunque no está claro si desembarcarán en el Istmo, territorio español usurpado por Reino Unido.
Pero esta cuidada deferencia a nuestra historia e idiosincrasia no es un `disparo aislado´, con solo forza un poco la memoria podemos encontrar algunos ejemplos muy significativos.
Carlos III se rodeó de masones (a pesar de estar ya condenados por Benedicto XIV desde 1751) y expulsó a los jesuitas la noche del 31 de marzo al 1º de abril de 1767, aniversario del edicto de expulsión de los judíos, de lo que siempre se ha vanagloriado la masonería.
Isabel II visitó Gibraltar en mayo de 1954, año del 250º aniversario conquista (4 de agosto de 1704).
El 12 de octubre de 1982, Día de la Hispanidad, los ingleses celebraron en Londres su victoria sobre Argentina en Malvinas.
En 2004, año del 300º aniversario conquista de Gibraltar, la princesa Ana, segunda hija de la reina inglesa, visitó oficialmente Gibraltar.
El 25 de julio de 2013, 300º aniversario del Tratado de Utrech (13 de julio de 1713) y día de la festividad de Santiago, Patrón de España, fue especialmente trágico para nuestra Patria. Y no solo por la dramática tragedia ferroviaria de Santiago de Compostela ocurrida la tarde-noche anterior (casualidades, siempre casualidades), sino también por la agresión a la integridad territorial que tuvo lugar en la otra punta de nuestra geografía, en Gibraltar. Casualmente también, entre los días 24 y 25 un remolcador gibraltareño, protegido por hasta media docena de embarcaciones de la Royal Navy y de la Policía Gibraltareña, arrojó alrededor de 70 bloques de cemento de más de un metro cúbico y provistos de salientes hierros de diversos tamaños y formas. Durante estas actividades se produjeron incidentes y choques con patrulleras de la Guardia Civil y pesqueros españoles.
Está claro que nuestra degeneración puede hacer olvidar a la mayoría de los españoles sus señas de identidad, pero es aun más meridianamente fácil de entender que nuestros enemigos, los inductores e impulsores de nuestra decadencia, no las olvidan.
Nuestra degeneración, por otra parte, se mostrará en que los principales Mandos Militares, incluido el Vicario Castrense, participaran en los cada vez menos solemnes actos patronales olvidándose de que, apenas unos pocos días o meses, estuvieron impávidos ante la puñalada a la integridad de España que fue el traidoramente consentido `referéndum´ catalán y las sediciosas `bodas´ homosexuales de militares.
[*] Alborán |