«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

martes, 13 de enero de 2015

JESÚS FLORES THIES: Hipócritas

Vamos a ejercer una vez más de abogado del diablo.

Con motivo del brutal atentado, crimen o matanza cometido en París por una bien organizada partida de islamistas cabreados, contra una publicación (presuntamente) humorística, se ha desatado la marea de la hipocresía. Se han rasgado vestiduras ante lo que consideran un atentado contra la libertad de expresión que, especialmente en España, es frase que tiene su coña marinera, pues aquí no hay libertad de expresión, sino una presión brutal para mantener a cara de perro, y con la amenazante tranca levantada, el pensamiento único que dicta desde algún lugar, un sicario menor del señor Satanás.

Hemos de decir que considerando un auténtico crimen, sin paliativos, la acción islámica, islamista o islamera…, la actuación de la revista “Charlie “Hebdo”, es moralmente rechazable en todos los sentidos. Dicho de forma coloquial, son unos bellacos. Si un padre asesina al violador de su hija, comete un delito, pero este delito no quita que el violador cometiera el suyo. Cada palo ha de aguantar su vela, y los miserables de la revista han de aguantar la suya. Ellos la tienen que aguantar, no nosotros. Hacerles pasar por héroes o mártires es otra falacia más, porque no lo son, son sólo los de una organización de bellacos, víctimas de un crimen masivo. Asesinatos de una docena, y a veces más, de guardias civiles y de sus familias o de simples ciudadanos españoles en un solo atentado, los hemos tenido en España, sin que las multitudes occidentales se agitaran más que para leer noticias resumidas en páginas interiores, y nada más. 

Pero la hipocresía, especialmente la de la prensa española, se basa en la mentira, al presentarnos a la redacción del “Charlie Hebdo” como una agrupación de personas libres que escriben y dibujan libremente, circunstancia que quizá se pueda dar en Francia, pero no en España por conocidas razones, leyes y presiones que obligan, bajo graves penas, a lo “políticamente correcto”, apoyados por los llamados “lobbys” (traducido del inglés: cuadrillas de pendejos subvencionados). Pero antes de hablar de nosotros, terminemos los comentarios con los del “Charlie Hebdo”.

Las portadas contra el Islám, y concretamente contra Mahoma, es sólo una parte menor de su desgraciada actividad, porque las portadas contra la Iglesia Católica y las creencias de los cristianos, que nos negamos a mostrar, superan en maldad y vileza a las de Mahoma ¿Por qué LA RAZÓN y esos periódicos y cadenas de la televisión que lloran lágrimas de cocodrilo publicando alguna portada ”mahometana”, no publican aquellas contra la Santísima Trinidad, Jesucristo, la Virgen María, o el Papa? ¿Por qué no nos muestran la verdadera catadura de la revista satírica francesa? Ni siquiera los satánicos españoles han sabido dibujar algo tan brutal como las portadas de “Charlie Hebdo” que tenían como objetivo “gracioso” lo más sagrado de nuestra religión católica. Hemos visto algunas de estas portadas blasfemas, “casualmente” no las peores, como fondo en tertulias derechonas, y no hemos oído ningún comentario a tanta infamia.

Y ahora hablemos de nuestra “libertad de expresión”. Lo hemos dicho en otras ocasiones hasta aburrir a las ovejas, pero nos vemos en la necesidad de repetirlo. La “Ley de la Memoria Histórica”, pergeñada por el retrasado mental político más notable de nuestra Historia, ese mentecato apellidado Rodríguez Zapatero, dinamitando el artículo 14 de la nuestra inútil Constitución (que habla del derecho del español a que se respete su pensamiento y opinión), ha puesto cara de perro a la presunta Justicia, y ¡ay de aquél militar, político, periodista, intelectual o deportista que se le ocurra hacer el más simple elogio del llamado “régimen franquista” o del Alzamiento Nacional! Su carrera se viene abajo y en ciertos casos sufrirá sanciones disciplinarias. Pero la cara de perro también se frunce cuando, gracias a Aznar que se sacó de la manga aquello de que poner en duda, no ya el “Holocausto”, si no decir, por ejemplo, que no fueron seis millones sino “solo la mitad”, lleva como regalo penas de prisión. Que nadie se atreva a meterse ni en broma con los maricas (para los que no lo sepan, se dice gay en inglés); que nadie se oponga a la inmigración de negros o moros africanos; que nadie se atreva a meterse con las actividades de los gitanos no adaptados a la sociedad; a ver quién se atreve a decir que el mejor papel que puede ejercer una mujer es el de madre…. Etc, etc, etc. Y hasta los de IU pretenden que el grito de ¡Arriba España! sea delito.

Lo sorprendente de esa vil ley que firma uno de los monarcas más desleales de nuestra Historia, es que el PP se la traga, la cuida, la mima…., y la sociedad española, esa que camina como el buey al que tiran de la anilla que atraviesa su nariz, acaba por aceptarla como se acepta la polución o la sirena de los bomberos.

Ya para acabar, hablemos del tercer protagonista de este sainete (los otros dos son los del “Charlie Hebdo” y la libertad de expresión): los islamistas.

Se ha conseguido en los medios españoles exculpar al conjunto del Islam de los múltiples atentados y crímenes que se cometen en prácticamente todos los países islámicos, especialmente contra los cristianos, y ya hemos oído en “el Cascabel” que estos crímenes nada tienen que ver con el Islam, que los que responsables son sólo “unos pocos”. De golpe ha desaparecido la imagen de crímenes contra cristianos, quemados vivos, degollados, crucificados, violados…., cometidos por islamistas en Mali, Kenia, Nigeria, Egipto, Somalía, Libia, Sudán, Irán, Afganistán, Irak, Siria… Ya carecen de importancia los vídeos de las manifestaciones islamistas en Londres o los que hemos visto de barrios de Marsella donde el no islamista ha de tener mucho cuidado en no pisar sus calles atestadas de orantes musulmanes. Lógicamente la izquierda más apestosa (cada vez huele peor) apoya al moro cuando éste pretende quedarse con la Mezquita de Córdoba, anular los festejos de la Toma de Granada, o en admitir sin trabas a todo moro o negro que quiera entrar en España, por valla, patera, depósito de camión o buceando.

Personalmente hemos convivido con el mundo musulmán muchos años y nuestra relación nada tenía que ver con lo que pasa ahora. Los líderes islamistas se han radicalizado y empujan a la comunidad musulmana a la guerra santa, principalmente contra los cristianos. Una de sus maniobras es la ocupación territorial mediante la masiva inmigración apoyada especialmente por la izquierda y quizá por ese NOM que quiere acabar con lo que queda de civilización cristiana.

Y para acabar, rechazamos la brutal matanza de París, rechazamos la felonía de revistas como “Charlie Hebdo” y rechazamos la hipocresía de inexistente “libertad de expresión” . 

Y por hoy cerramos el despacho del abogado del diablo.

¡Ah! Que no se nos olvide…. ¡Arriba España! 

Jesús Flores Thies