«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

martes, 22 de diciembre de 2009

¡Que vergüenza!

Un lector de nuestro Blog nos manda el siguiente comentario que compartimos en su totalidad.

Únicamente quedaría por preguntarle a los concejales socialistas y peperos del Ayuntamiento de Badajoz y a su alcalde, del Partido Popular, quiénes merecen un homenaje: quizás sean los dirigentes revolucionarios como Puigdengolas o Granados que huyeron cobardemente antes de que llegaran las tropas de Yagüe. Por cierto, que al primero lo asesinaron después unos milicianos al servicio del pseudo-Gobierno frentepopulista. El "antifranquista", convertido en una víctima de esa misma República que presuntamente estaba defendiendo ¿Dónde lo catalogamos? ¿Era de "los buenos" o de "los malos"? Demasiado complicado para la Memoria histórica...

Que triste es ver que estos dos partidos coinciden en lo sustancial en lo ideológico y que solamente les separa la disputa por las parcelas de poder y de corrupción.

Esta mañana informan los periódicos de que el Ayuntamiento de Badajoz ha retirado el nombramiento de Hijos Adoptivos a los Generales Yagüe y Queipo de Llano, y al Comandante Cañizares.

Son tres de los militares que en 1936 vencieron a los republicanos en la guerra. Hecho que, 70 años después sigue requemando a los derrotados, que, manteniendo aún su escozor, quieren cambiar la historia, eliminando de ella a los que de modo tan contundente les ganaron la contienda.

Ante tan infame acto, tolerado por la pusilanimidad de quienes no tienen los redaños necesarios para mantener el criterio y los sentimientos de la mayoría de sus votantes, me vienen a la memoria unos geniales versos de Calderón de la Barca, de su obra, "Para vencer amor, querer vencerlo"; la misma a la que pertenecen los tan conocidos de la Milicia como religión de hombres honrados.

Se refiere a un episodio en que Don Luís de Haro, mal político y peor militar, se enfrentaba con un fuerte ejército a otro mucho más reducido:

Si vuestras armas encuentran la victoria,
ante tan corto vencido, poca gloria.
Si vuestras armas encuentran quien las venza,
para tanto vencido, que vergüenza.

Ante la vergonzosa claudicación que supone la retirada de los títulos mencionados, y lo que ello representa de falsificación de la historia, y de fomento de la división y el odio, solo cabe repetir con calderon

¡¡ Qué vergüenza ¡¡