Los rasgos de la devoción al Corazón de Jesús están explicitados en los símbolos con los que se apareció a Sta.Margarita María de Alacoque y con los que suele representarse en sus imágenes.
1. LAS INSIGNIAS: CRUZ, CORONA DE ESPINAS Y HERIDA DE LA LANZA
1.a. Cruz
Cristo aún continúa con la Cruz. No fue sólo en el Calvario. Hoy se vuelve a crucificar a Cristo.
• No hay estabilidad religiosa. Muchos hombres no viven la fe porque carecen de una convicción vigorosa, sincera de Dios.
• Otros le atacan con saña y odio encarnizado. Otros se sienten avergonzados de seguir sus pisadas porque ven que la mayoría no piensa en cosas de religión.
El Corazón de Cristo está deseando incendiar los corazones. Pero muchos, por culpa propia, le vuelven la espalda. Las cosas del mundo, más tangibles y prometedoras en apariencia les llenan más. Cristo no puede menos que resentirse ante estas ingratitudes. Ve que su Pasión a estas almas les resulta inútil.
1.b. Corona de espinas
Gran parte de los cristianos viven muy superficialmente la vida de la gracia: La tibieza de las almas. «Yo sé por tus obras que no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente, mas porque eres tibio y no eres caliente ni frío estoy para vomitarte de mi boca» (Ap 3,15-16).
No sienten los latidos del Corazón de Cristo ni en la oración, ni en la recepción de los sacramentos, ni en su vida de contacto con los demás; olvidan fácilmente a Dios y sus obligaciones para con Él. No se esfuerzan en corregirse de sus defectos ni en superar su vida insustancial y frívola
1.c. Herida de la lanza
Cristo, su cruz, es signo de contradicción. Hay gente satánica. Son apóstatas y pretenden que los demás corran su misma suerte. Por eso atacan de mil maneras. Pero ante la impotencia surge el desprecio, la blasfemia.
La reacción del corazón sangrante: El desprecio hiere su majestad divina, su dignidad de Rey y Señor de todo. Pero sobre todo sufre porque se lesiona con ello el bien de las mismas almas. Nos ha creado para el bien, para gozar, y sufre ante el desprecio que el mundo hace a este regalo.
2. LA RESPUESTA A ESTAS TRES INSIGNIAS DEL CORAZÓN DE JESÚS HA DE SER AMOR Y REPARACIÓN
Amor por los que no aman y por los que le ofenden; amor por lo que cada uno no le ha amado.
Reparación y consuelo por la pena y tristeza que siente al verse abandonado, injuriado, crucificado de nuevo, odiado, perseguido...
- En la Eucaristía (Cuerpo físico).
- En la Iglesia (Cuerpo místico).
Cuando vivamos de amor por el que murió de amor, entonces nuestras vidas encontrarán su centro y su descanso feliz.