Por la deslealtad que representa, una vez más, ante el legado
histórico asumido en 1969 ante las Cortes españolas y ante el
Generalísimo Franco, de quien dijo recibir la legitimidad política
nacida del 18 de julio.
Por la inoportunidad de tomar esta
decisión en un momento de crisis institucional, moral y económica;
cuando los escándalos salpican a toda la casta política, empezando por
la familia del propio dimisionario.
Por éstas y otras razones que podrían aducirse, desde Tradición Digital expresamos nuestra más sincera repulsa ante la decisión de D.Juan Carlos de Borbón de abandonar la jefatura del Estado.
Desde
noviembre de 1975 hemos venido asistiendo al sistemático vaciado de
contenido de la institución monárquica que dejó de ser tradicional, católica, social y representativa para reconvertirse en constitucional y parlamentaria,
ajena a cualquier legitimidad, sometida -como acabamos de ver- a los
vaivenes de la opinión pública. La obra del ahora renunciante ha
convertido a la Corona en un mero apéndice de la clase dirigente, a la
que ha respaldado en todos sus desafueros contra la dignidad humana, el
derecho a la vida, la unidad de España, la defensa de nuestra identidad
nacional y la conservación de nuestro patrimonio económico
Somos
conscientes de la necesidad de que D.Juan Carlos de Borbón y quienes se
identifican con su obra y su persona abandonen cualquier puesto de
responsabilidad pero no estamos dispuestos a que eso se haga, como ya
hicieron sus nefastos antepasados, a costa de la dignidad y de la
identidad de nuestra Patria, y menos aún, a que los grupúsculos
de ultraizquierda aprovechen para sembrar su agitación republicana
frentepopulista al amparo de la impunidad que les permiten los ocupantes
del Gobierno.
Aunque tenemos pocas esperanzas en la
capacidad de reacción de nuestros compatriotas, en esta triste hora,
elevamos nuestras oraciones para que Dios no le demande a España la obra
de D.Juan Carlos de Borbón y para que éste se re-encuentre, en el
silencio de su retiro, con la verdad de los valores que un día juró
defender.
Y hacemos nuestra la esperanza de que el reinado de "Felipe VI" sea un breve paréntesis que deje paso al período de regeneración y restauración nacional que España necesita.
Editorial publicado en Tradición Digital