«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

martes, 3 de junio de 2014

Cuando el barco se hunde...

Por la deslealtad que representa, una vez más, ante el legado histórico asumido en 1969 ante las Cortes  españolas y ante el Generalísimo Franco, de quien dijo recibir la legitimidad política nacida del 18 de julio.

Por la inoportunidad de tomar esta decisión en un momento de crisis institucional, moral y económica; cuando los escándalos salpican a toda la casta política, empezando por la familia del propio dimisionario.

Por éstas y otras razones que podrían aducirse, desde Tradición Digital expresamos nuestra más sincera repulsa ante la decisión de D.Juan Carlos de Borbón de abandonar la jefatura del Estado.

Desde noviembre de 1975 hemos venido asistiendo al sistemático vaciado de contenido de la institución monárquica que dejó de ser tradicional, católica, social y representativa para reconvertirse en constitucional y parlamentaria, ajena a cualquier legitimidad, sometida -como acabamos de ver- a los vaivenes de la opinión pública. La obra del ahora renunciante ha convertido a la Corona en un mero apéndice de la clase dirigente, a la que ha respaldado en todos sus desafueros contra la dignidad humana, el derecho a la vida, la unidad de España, la defensa de nuestra identidad nacional y la conservación de nuestro patrimonio económico

Somos conscientes de la necesidad de que D.Juan Carlos de Borbón y quienes se identifican con su obra y su persona abandonen cualquier puesto de responsabilidad pero no estamos dispuestos a que eso se haga, como ya hicieron sus nefastos antepasados, a costa de la dignidad y de la identidad de nuestra Patria, y menos aún, a que los grupúsculos de ultraizquierda aprovechen para sembrar su agitación republicana frentepopulista al amparo de la impunidad que les permiten los ocupantes del Gobierno.

Aunque tenemos pocas esperanzas en la capacidad de reacción de nuestros compatriotas, en esta triste hora, elevamos nuestras oraciones para que Dios no le demande a España la obra de D.Juan Carlos de Borbón y para que éste se re-encuentre, en el silencio de su retiro, con la verdad de los valores que un día juró defender.

Y hacemos nuestra la esperanza de que el reinado de "Felipe VI" sea un breve paréntesis que deje paso al período de regeneración y restauración nacional que España necesita.

Editorial publicado en Tradición Digital