«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

lunes, 19 de enero de 2009

EL FRAUDE DE LA MEMORIA HISTÓRICA (IX): Un sacerdote de Badajoz "víctima de la represión franquista"



12008 Valentín Cuadrillero José Jaime Badajoz 09 08 1936

Con esa referencia, aparece recogido el nombre de D.José Jaime Valentín Cuadrillero en las listas de la Memoria Histórica en Extremadura recientemente retiradas de su página web.
Para ellos se trata de uno de los extremeños fallecidos a causa de la represión franquista durante la Guerra Civil y Dictadura. Lo mismo dicen de otros de los asesinados por los milicianos en la capital pacense como Juan Díaz Ambrona, Antonio Béjar Martínez y Gonzalo Ramos.
¿Razón? Esperamos una explicación...

Mártires de la Patria
Don José Valentín Cuadrillero
Murió por España y con
el nombre de España en sus labios. Sacerdote ejemplarísimo y exaltado patriota,
todos sus anhelos, sus ansias se cifraban en la aspiración suprema de servir a
su Dios y a su Patria como le fuera posible. Y Dios le premió con la corona del
martirio por la Patria.
El asesinato se consumó al mismo tiempo que el de
nuestro compañero Antonio Béjar. El domingo día 9 a los dos y media de la
tarde.
Desde que comenzó el movimiento militar salvador de España
permanecimos juntos en la misma casa de huéspedes que ocupábamos don José
Valentín, nuestro compañero Antonio Béjar y quien esto escribe. Dios quiso que
fuese el único que me salvase de las manos tintas en sangre de los asesinos
marxistas para poder dar testimonio de los sentimientos altísimos de patriotismo
y sacrificio por la Patria que embargaban por completo a los dos mártires.
En la prisión mitad voluntaria y mitad forzada en que nos constituimos recibimos
durante todo momento alientos y consuelos de virtuoso sacerdote. Ni por un
momento le faltó su alegría habitual y cuando los asesinos le conducían a la
muerte no abrió la boca. Presintió el trágico fin que le esperaba y juntas las
manos con los ojos bajos, pero con el corazón exaltado y hasta gozoso porque iba
a morir por la Patria, anduvo sereno y firme hasta Puerta de Trinidad, donde
cayó bajo las balas de los rojos.
Su vida, como la de los demás, no fue
estéril. El triunfo llegó a los pocos días.
Don José Valentín era sochantre
de la santa iglesia Catedral. Procedía de Villanubla (Valladolid) donde se
encuentran sus afligidos padres.

Diario Hoy, Badajoz, 20-agosto-1936