«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

sábado, 23 de noviembre de 2013

Mi apoyo al Foro Universitario Francisco Vitoria

Los rojos atacan la sede del Foro Universitario Francisco de Vitoria en la Universidad complutense hiriendo a cinco personas. El local de la asociación, cuya puerta fue tirada abajo, ha sido destrozado. Todo ello, amparándose en la impunidad del número, del anonimato y de la ausencia de autoridad en la Facultad asaltada.

¿Algún detenido? ¿Algún Ministro ha dicho algo o se ha rasgado las vestiduras? ¿Algún Obispo ha manifestado su cercanía con los agredidos o con sus familias?

Una pista: el rector de la Complutense es hijo de Santiago Carrillo. Sí, de los Carrillo de toda la vida. Los acosos en la Complutense son moneda corriente. Hace unos años, varios historiadores tuvimos que dar una conferencia escuchando como fondo el democrático grito de "Fuera fascistas de la Universidad". El pasado miércoles, sabiendo que era muy probable que ocurrieran incidentes de este tipo, Carrillo no tomó medida preventiva ninguna y no tomó tampoco medida ninguna en el momento mismo de los ataques, impidiendo, por omisión como mínimo, la entrada de la policía en la Facultad para evitar dichos ataques. Uno de los miembros de los heridos acaba de declarar en la cadena COPE que Carrillo no se ha puesto hasta la fecha en contacto ni con la Asociación ni con las víctimas.

Todo mi apoyo a los miembros del Foro Francisco de Vitoria, no solamente por esta brutal agresión de la que han sido objeto y por haber tenido la amabilidad de invitarme a varios de los actos que han organizado sino, sobre todo, por la actividad que realizan día a día, creando un oasis de inteligencia y bien hacer en medio del desierto en que otros han convertido a la Universidad española.