«M. Proudhon ha escrito en sus Confesiones de un revolucionario estas notables palabras: "Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología". Nada hay aquí que pueda causar sorpresa, sino la sorpresa de M. Proudhon. La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas» (Donoso Cortés).

domingo, 20 de noviembre de 2011




En las primeras exequias por José Antonio, que se celebraron en Burgos en noviembre de 1938 los coros gregorianos cantaron, entre otras, la siguiente "Aclamación" latina:

DESSIDERATISSIMO PRINCIPI JUVENTUTIS HISPANICAE,

PHALANGIS MAGNÁNIMO CONDITORI,

SIMUL CUM GLORIOSIS MARTYRIBUS,

QUI PRO DEO ET PATRIA FORTITER MORTEM OPPETIERE;

LUCEM BEATAM, MEMORIAM SECULORUM,

CORONAM DE MANU DOMINI IN PERPETUAS AETERNITATES.

Al deseadísimo príncipe de la Juventud española, al magnánimo fundador de la Falange, que conjuntamente con muchos mártires gloriosos ofreció valerosamente su muerte por Dios y por la Patria, séale concedida la luz de la Bienaventuranza. El recuerdo de los siglos y la corona de manos del Señor por toda la eternidad"